domingo, 5 de febrero de 2017

Cómo enseñar a los niños a tener paciencia.



Los niños, cuando son pequeños, tienen dificultades en entender el concepto de paciencia. Cuando quieren algo lo reclaman de forma inmediata, y a menudo se sienten frustrados al no poder satisfacer sus deseos.

Por eso en una importante tarea para los padres inculcarles este valor y enseñarles a ser pacientes mediante el ejemplo y algunos ejercicios sencillos, que les ayudarán a comprender este concepto y manejar sus expectativas.


Cómo inculcar la paciencia a los niños

La paciencia, como otros valores que debemos transmitir a los niños (solidaridad, tolerancia, generosidad) se aprende mediante el ejemplo. Con algunos sencillos consejos les enseñaremos a mejorar sus habilidades sociales.

La paciencia comienza con el ejemplo de los niños. Los niños son muy perceptivos con el lenguaje corporal, por lo que debemos enseñarles a mantener la compostura en situaciones que resultan frustrantes, también para los adultos, como por ejemplo hacer cola en el supermercado. 

Los padres también deben ser pacientes con los niños. A ciertas edades intentarán ponernos a prueba, y ante sus berrinches o rabietas es mejor mantener la calma y hablar razonadamente que perder los nervios.

Comenzar con ejercicios sencillos, no acudiendo al instante a resolver un problema (siempre que no sea grave o urgente). Pide al niño que espere, primero unos segundos, y después un minuto o dos, según vayamos avanzando en el ejercicio.

Manejar los tiempos para no crear demasiadas expectativas. Anunciar las actividades o acontecimientos con uno o dos días de antelación al principio, que tienen menor percepción del tiempo, cuanto mayor sea el niño con más margen podremos planificarlo.

El colegio es uno de los lugares donde más tendemos a hacer comparaciones del nivel de nuestros hijos. Cada niño lleva su propio ritmo y no debemos apresurarle, dejando que la paciencia sea un valor que le ayude a realizar mejor su trabajo y esforzarse por perfeccionarlo.

Dialogar y razonar con el niño las decisiones, y explicarle cuándo y por qué debemos esperar en determinadas situaciones, por ejemplo en el médico. Si la espera es muy larga, llevar juegos, libros o dibujos para colorear que le sirvan para entretenerse.

Cumplir nuestras promesas. Si prometemos atender al niño en cinco minutos, o realizar con él alguna actividad, debemos cumplir con nuestra palabra. Si no es posible, explicarle las causas para que no se sientan olvidados, saber que les haremos caso ayuda a sobrellevar la espera con más facilidad.

Realizar actividades o juegos que fomenten la paciencia, como los puzzles, acertijos, cocinar etc.

Enseñarle que no debe interrumpir las conversaciones de los demás, es una norma de educación. Del mismo modo debemos cumplirla, dejando que el niño hable y escuchándole con atención.

Utiliza ejemplos concretos para marcar plazos. Si el niño quiere jugar y simplemente le mandamos esperar no tendrá referencias, mientras que será más conveniente decirle "después de lavarte los dientes", "cuando terminemos de recoger" etc.

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