domingo, 30 de abril de 2017

Consejos para evitar que nuestro hijo pegue a otros niños


Consejos para evitar que nuestro hijo pegue a otros niños





1.- Nosotros somos el mejor ejemplo: Los niños aprenden por imitación, el ejemplo que le den a su hijo o hija será decisivo. Nuestros hijos deben de ver en nosotros un modelo, tenga en cuenta que su hijo les observa y escucha siempre.

2- Hablar con ellos: explicar que las conductas violentas como arañar o pegar son inadecuadas y las consecuencias negativas que tienen para los demás niños y para él mismo.

3.- Evitar que presencien escenas violentas: evitar a toda costa que los niños presencien escenas violentas, ya sean en películas, videojuegos, espectáculos deportivos, etc. Los niños no distinguen entre la realidad y la ficción y tratarán de reproducir esas situaciones en su vida real.

4.- Explicar que siempre hay otras opciones: siempre hay alternativas a su conducta, es decir, cómo puede resolver las situaciones de otra manera, puede ser interesante reflexionar sobre acontecimientos sucedidos en el colegio o en contacto con otros niños, por ejemplo, en la calle o en el parque.


5.- No premiar los comportamientos violentos o agresivos: – algunos padres y madres “premian” el comportamiento agresivo de sus hijos, con comentarios como “preferimos que él pegue a que le peguen”. De esta forma están aprobando el comportamiento de su hijo o hija.

6.- Valorar y premiar comportamientos asertivos y no violentos: si observamos que resuelve de forma positiva conflictos con otros niños o incluso con sus hermanos, debemos reforzar esos comportamientos, con frases como “muy bien, la próxima vez debes actuar igual”.

7.- tomar medidas: cuando el niño pegue o agreda a otro niño, debemos tomar medidas para que ese comportamiento tenga consecuencias negativas, demás esas medidas deben de ser inmediatas. En primer lugar reprobar ese comportamiento negativo, en segundo lugar forzar a la reflexión, y retirarle algunos privilegios como la Tablet, la tv etc.

8º. Si todo lo anterior no funciona: y pasado un tiempo prudencial el niño o la niña continúa con una conducta agresiva, tenemos que solicitar ayuda especializada ya que nuestro hijo pude necesitar un programa de mejora más personalizado.


Causas que motivan la agresividad infantil


El ejemplo de sus padres. Los niños aprenden por imitación y si en el hogar muchas situaciones se resuelven con cierta violencia, el niño aprenderá esa forma de resolver problemas similares.

Las dificultades de comunicación. Los retrasos del lenguaje o las dificultades para expresarse, favorecen estos comportamientos.

La exposición a escenas violentas. La exposición a escenas violentas aumenta la agresividad de los niños, porque aprenden un modelo que tratarán de imitarlo posteriormente. Programas de televisión, películas, deportes de lucha, videojuegos y similares, con cierta carga de violencia también contribuyen directamente a que reproduzcan conductas agresivas.

Ambientes familiares competitivos. Ambientes familiares donde los niños están descuidados, no existen normas coherentes y donde de alguna manera impera la “ley del más fuerte”, son proclives a que se desarrollen comportamientos violentos.

Poca tolerancia a la frustración y estrés. Los niños que toleran poco las frustraciones o sometidos a situaciones de estrés, también suelen ser más violentos.

Otras razones que pueden influir son la falta de habilidades sociales para resolver situaciones conflictivas de manera adecuada y sobre todo, que el niño consiga, con su comportamiento violento, dominar a los demás y obtener beneficios, porque de esta manera está recibiendo un «premio» a ese comportamiento inadecuado.

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