Consejos para evitar que nuestro hijo pegue a otros niños
1.- Nosotros somos el mejor ejemplo: Los niños aprenden por imitación, el ejemplo que le den a su hijo o hija será decisivo. Nuestros hijos deben de ver en nosotros un modelo, tenga en cuenta que su hijo les observa y escucha siempre.
2- Hablar con ellos: explicar que las conductas violentas como arañar o pegar son inadecuadas y las consecuencias negativas que tienen para los demás niños y para él mismo.
3.- Evitar que presencien escenas violentas: evitar a toda costa que los niños presencien escenas violentas, ya sean en películas, videojuegos, espectáculos deportivos, etc. Los niños no distinguen entre la realidad y la ficción y tratarán de reproducir esas situaciones en su vida real.
4.- Explicar que siempre hay otras opciones: siempre hay alternativas a su conducta, es decir, cómo puede resolver las situaciones de otra manera, puede ser interesante reflexionar sobre acontecimientos sucedidos en el colegio o en contacto con otros niños, por ejemplo, en la calle o en el parque.
5.- No premiar los comportamientos violentos o agresivos: – algunos padres y madres “premian” el comportamiento agresivo de sus hijos, con comentarios como “preferimos que él pegue a que le peguen”. De esta forma están aprobando el comportamiento de su hijo o hija.
6.- Valorar y premiar comportamientos asertivos y no violentos: si observamos que resuelve de forma positiva conflictos con otros niños o incluso con sus hermanos, debemos reforzar esos comportamientos, con frases como “muy bien, la próxima vez debes actuar igual”.
7.- tomar medidas: cuando el niño pegue o agreda a otro niño, debemos tomar medidas para que ese comportamiento tenga consecuencias negativas, demás esas medidas deben de ser inmediatas. En primer lugar reprobar ese comportamiento negativo, en segundo lugar forzar a la reflexión, y retirarle algunos privilegios como la Tablet, la tv etc.
8º. Si todo lo anterior no funciona: y pasado un tiempo prudencial el niño o la niña continúa con una conducta agresiva, tenemos que solicitar ayuda especializada ya que nuestro hijo pude necesitar un programa de mejora más personalizado.
Causas que motivan la agresividad infantil
– El ejemplo de sus padres. Los niños aprenden por imitación y si en el hogar muchas situaciones se resuelven con cierta violencia, el niño aprenderá esa forma de resolver problemas similares.
– Las dificultades de comunicación. Los retrasos del lenguaje o las dificultades para expresarse, favorecen estos comportamientos.
– La exposición a escenas violentas. La exposición a escenas violentas aumenta la agresividad de los niños, porque aprenden un modelo que tratarán de imitarlo posteriormente. Programas de televisión, películas, deportes de lucha, videojuegos y similares, con cierta carga de violencia también contribuyen directamente a que reproduzcan conductas agresivas.
– Ambientes familiares competitivos. Ambientes familiares donde los niños están descuidados, no existen normas coherentes y donde de alguna manera impera la “ley del más fuerte”, son proclives a que se desarrollen comportamientos violentos.
– Poca tolerancia a la frustración y estrés. Los niños que toleran poco las frustraciones o sometidos a situaciones de estrés, también suelen ser más violentos.
– Otras razones que pueden influir son la falta de habilidades sociales para resolver situaciones conflictivas de manera adecuada y sobre todo, que el niño consiga, con su comportamiento violento, dominar a los demás y obtener beneficios, porque de esta manera está recibiendo un «premio» a ese comportamiento inadecuado.
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