Los síntomas que se les presentan hay que verlos como si se tratase de un “espía”, puesto que los niños se los guardan al no reconocer que es lo que les está pasando.
SÍNTOMAS DE ESTRÉS
- Estado de depresivo e irritable con muestras de mal humor.
- Pérdida del interés por hacer cosas y realizar actividades, apatía y disminución del placer por las actividades diarias.
- Incapacidad de disfrutar de actividades que antes nos gustaban y nos gratificaban.
- Cambios en el apetito, por lo general pérdida del apetito pero a veces aumento del mismo.
- Cambios de peso (aumento de peso o pérdida de peso involuntaria)
- Dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido (insomnio) Somnolencia diurna excesiva
- Cansancio, dificultad para concentrarse y para tomar decisiones.
Si estos síntomas duran perduran durante varias semanas y sobre todo producen una dificultad para salir adelante, se debe buscar un tratamiento y consultar con el médico que más nos convenga.
GANA LA BATALLA AL ESTRÉS
Jugar es una actividad muy útil para combatir el estrés, tanto para los padres como para los hijos. Os damos algunas ideas prácticas de actividades que reducen este estado de salud. Para poder hacer que todo este estado se disimule, es sencillo seguir una serie de juegos que ayudarán a prevenir las ansias que se derivan del diario de los hijos.
Reír juntos: La risa es la mejor de las terapias para combatir todo tipo de estado de ánimo. Hay que tener tiempo para “payasear” un rato todos los días. Canten canciones absurdas, lean cuentos, poemas, chistes.
Actividades físicas: Promover el espíritu de superación en el hijo es importante para no caer en la rutina cotidiana. Por eso asegúrese de que su niño tenga tiempo para realizar juegos activos todos los días, corriendo, montando en bici, jugando con la pelota, etc. son buenos ejercicios para desarrollar la actividad física y para aliviar el estrés.
Romper papeles: Hay que ser permisivo y que los niños se diviertan rompiendo los periódicos viejos como ellos quieran. Pueden lanzar pelotitas de papel por todos los lados, ya que las bolitas son suaves y no pueden causarles ningún daño. Acompañe a su hijo en este entretenido juego.
Pintar con el cuerpo: Elija una mesa de casa y coloque un plástico, periódicos viejos, trapos, o cualquier otro material que no importe que se ensucie. Cubra la mesa. Dale folios blancos y pinturas que se aplican con los dedos. Usando las manos, los codos, los dedos o cualquier otra parte del cuerpo, los niños se entretienen mucho con las pinturas y se desinhiben de todo aquello que les pone nerviosos.
Juegos de plastilina: Este tipo de juego está comprobado que entretiene mucho a los niños ya que forman objetos y figuras. Apretar la masa es una buena forma de reducir el estrés.
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